- Respira profundo y resiste la presión de pagar. Cuelga el teléfono y llama o envía un mensaje de texto a la persona que (supuestamente) te llamó. Si no puedes comunicarte, verifícalo con un miembro de la familia para saber qué está pasando realmente. Aunque el estafador te haya dicho que no lo hagas.
- No le des tu domicilio, información personal, ni dinero en efectivo a nadie que se comunique contigo. Y todo aquel que te pida que le pagues con una tarjeta de regalo o transferencia de dinero es un estafador. Siempre.
- Verifica la configuración de privacidad de tus redes sociales y limita lo que compartes públicamente. Aunque tu configuración sea privada, ten cuidado con los identificadores personales que colocas en las redes sociales.