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Tal vez recuerdes que hace tiempo, en 2016, la FTC demandó, y luego resolvió los cargos con Volkswagen y Porsche con respecto a sus campañas de marketing multimillonarias de “ diésel limpio”. ¿Y cuál era el problema? Los vehículos VW, Audi y Porsche sobre los que se dijo que eran “limpios” en verdad tenían un dispositivo ilegal que permitía que los autos aprobaran las pruebas de emisiones contaminantes. Al final, no eran tan limpios. Por medio del acuerdo resolutorio que negocié junto con los abogados de la FTC – además de otros abogados del ámbito privado – se logró que Volkswagen y Porsche aceptaran pagar un monto de hasta $10 mil millones de dólares para reemplazar o reparar los más de 550,000 carros afectados. Eso equivale al precio total de venta al público de esos carros – más una compensación monetaria para la gente por cosas tales como su tiempo y los impuestos y cargos de registro.

Hoy, remitimos nuestro informe final a la corte, en el cuál explicamos lo sucedido en el programa – que nosotros llamamos programa de resarcimiento. Tal como se indica en el reporte, es “…uno de los programas de resarcimiento más exitosos de la historia”. Las cifras lo dejan en claro: estas compañías terminaron pagándole $9.5 millones de dólares a la gente que compró o adquirió uno de estos carros en la modalidad de leasing. (Sí, miles de millones). Y el 86% de los dueños o arrendatarios de carros de EE. UU. que eran elegibles para una readquisición, y que siguieron el programa de reclamación, optaron por no reparar sus respectivos carros. En cambio, optaron por que los demandados les recompraran sus carros (o terminaron sus contratos de leasing anticipadamente).

Cada vez que la FTC entabla un caso, lo hacemos con el objetivo de conseguir dinero para devolvérselo a la gente. A veces lo logramos – y otras veces, como en este caso, pudimos conseguir un resarcimiento total para desagraviar a la gente. Por supuesto que nuestros colegas de otras agencias trabajaron con nosotros para obtener miles de millones en concepto de compensación por daño ambiental. Pero a veces se dice que la FTC aboga “por el consumidor” – y Michelle Schaefer, Simon Han y yo nos sentimos afortunados por haber trabajado con un excelente equipo de abogados, asistentes legales, economistas, especialistas en educación del consumidor y diseñadores gráficos de la FTC para recuperar miles de millones de dólares para la gente afectada.

Para más información sobre esta historia, échale un vistazo al informe final.

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